350 mil risaraldenses en alerta por venta de Cafesalud

Asociación de instituciones de salud aisalud

 

+     De la cartera total nacional de esta EPS, al departamento le debe $32 mil millones

+         Los afiliados a la EPS  aspiran a que el servicio realmente cambie, sea oportuno y digno

Los hospitales del departamento de Risaralda se declararon a la expectativa del siguiente pasó que se conozca del grupo Prestasalud, que en las últimas horas compró a Cafesalud, con respecto al pago de las deudas a los prestadores, especialmente a los hospitales públicos del departamento.

La directora ejecutiva de la Asociación de Hospitales de Risaralda –AHR-, Olga Lucía Zuluaga, aseguró que el nuevo dueño de la EPS está integrado por 180 IPS de diferentes partes del país, incluyendo antiguos dueños de Saludcoop.  “Nos preguntamos cuál va a ser el criterio y la categorización para el pago de esas deudas”, sostuvo.

De los $398 mil millones que debe Cafesalud a nivel nacional, los hospitales del departamento participan con el 8%, toda vez que esa cartera llega a $32 mil millones.

“Los usuarios y los hospitales del Departamento de Risaralda son una de  las regiones más afectadas por lo que ha ocurrido con ésta entidad, la cual, no ha garantizado la prestación de servicios a los usuarios en el contributivo ni los pagos y compromisos a los prestadores públicos y privados. El número de usuarios en el Departamento  supera los 350 mil, un número bastante importante”, sostuvo.

“El impacto local es enorme especialmente si analizamos la cartera de los hospitales públicos, toda vez que en el régimen subsidiado, esta entidad es la responsable de aproximadamente el 50% de los usuarios con más carencias económicas de los 14 municipios. A lo anterior se suma los recursos que vienen siendo “retenidos” por la EPS desde el año 2011 por la  falta de liquidación de contratos con las ESE, a pesar e todas las gestiones que se han realizado ante los diferentes Entes de control y la misma EPS, no obstante, este tipo de prácticas dilatorias es una manera de dilatar los pagos e impactar en la obsolescencia de la cartera, para finalmente no reconocer la deuda o pagar una cifras muy bajas”, puntualizó.